miércoles, 8 de octubre de 2014

Karacolita:

Aquí las cosas no han cambiado mucho, salvo el color de los árboles-de-los-bosques-que-atravieso-corriendo-para-no-perder-el-bus han cambiado de color. Se han vuelto entre amarillos y anaranjados. Ya van quedando pocos de color verde.

 Me gusta el otoño, es como un ni fu ni fa pero más fu. También me gusta la primavera que es otra estación ni fu ni fa, pero definitivamente es más fa. Creo que ambas estaciones influyen un poco en mi carácter. En primavera soy un gato enamorado bebiendo litros de todo y bailando el gato volador, en otoño soy un gato melancólico contemplando cualquier cosa desde la ventana. El verano es una estación de hamaca soleada bajo palmeras y el invierno una de cama fría en una habitación.

 A propósito de las tortugas que me cuentas, te recomiendo este cuento buenazo de Cabrera Infante (haga click) que leí hace poco y creo que el cuento fue tan potente que me dejó con un dolor en las ingles que vengo teniendo desde hace algunas semanas.

 He visto Boyhood. Me llama la atención cuando la gente comenta "Duró tres horas, pero no se sintieron" o "La pudieron hacer en hora y media". Yo los imagino moribundos diciendo "Mi vida duró 70 años pero no se sintieron" o "Mis 70 años los pude vivir en 20" Me río. Me gustó la película porque es, voy a usar esta frase, como la vida misma. No va a encontrar uno nada extraordinario, lo extraordinario, para mí es atravesar todos esos años, crecer, aguantar, transformarse, vivir y sobrevivir. 

Yo creo que a ti te viene bien usar el látigo :) creo que te va a ir muy bien en esta etapa, además de tener talento, tienes eso de "don de gentes" porque, no te hagas, tienes tu club de fans. Ojalá llegues a la presidencia de nuestro país que cada vez está más loco. Más que psicoanálisis necesita antibióticos y desinfectante, agua oxigenada, alcohol yodado, esas cosas que matan las heridas que se pudren. Luego, quizá, algunos antipsicóticos. El resultado de las elecciones municipales ya ni siquiera me indigna, simplemente hace que crezca ese tumor que llevo dentro llamado patria, o Lima, no duele mucho, pero crece y suelta veneno cuando quiere; me envenena, pero no me mata y ahí esta.

 Me gustaría escucharte leer en esos recitales que me cuentas. Cuando te leo, eres como la Karacola que yo conozco y habla conmigo, pero cuando lees, es como si fueras otra persona. La del látigo, quizás? :) Qué miedo!

 Besos a ti y a la que lee en los recitales



 Claudia

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